Calces Ferroviarios

CALCES FERROVIARIOS PARA TODO TIPO DE VÍAS

¿Qué son los calces ferroviarios?

Los calces ferroviarios son dispositivos de seguridad fundamentales en el ferrocarril. Su objetivo es evitar cualquier movimiento no deseado de trenes o vagones detenidos, algo que puede ocurrir por la pendiente de la vía, por la acción del viento o incluso por un golpe accidental.
Cuando un tren está en reposo, no basta con confiar únicamente en el sistema de frenos. Por eso, la normativa ferroviaria establece que la inmovilización debe garantizarse mediante la combinación de frenos de estacionamiento y calces. De esta forma se consigue una seguridad adicional frente a un posible fallo o pérdida de eficacia del freno automático.

Características y Usos de los Calces Ferroviarios

Prevención del deslizamiento

Los calces se colocan directamente en la vía, generalmente por delante o por detrás de las ruedas del tren, para evitar que se mueva hacia adelante o hacia atrás.
Son esenciales en estaciones, talleres o áreas con inclinación, donde el tren podría deslizarse por efecto de la gravedad.

Materiales
resistentes

Aunque los calces pueden fabricarse con distintos materiales, los nuestros están hechos de poliuretano, un material altamente duradero y resistente. Esta elección permite soportar con eficacia la enorme presión generada por el material rodante.

Simplicidad y efectividad

Aunque son dispositivos simples, los calces son extremadamente efectivos y juegan un papel crucial en la seguridad ferroviaria, actuando como un último recurso en caso de que fallen los frenos.

Tipos de Calces Ferroviarios

1. Calces de mano

Son los más simples y rápidos de colocar.

Se usan sobre todo en maniobras cortas, como enganches y desenganches.

Necesitan supervisión porque no se fijan al carril y pueden retirarse fácilmente.

2. Calces anti deriva

Son más robustos y están diseñados para estacionamientos largos en vías con pendiente.

Incorporan sistemas de bloqueo con candado, lo que impide retirarlos sin autorización.

Garantizan que los vagones permanezcan inmóviles sin necesidad de vigilancia constante.

Modelos de Calces

CAA70 con asa

Calce estándar con chaflán
Asa integrada: 400 mm
Altura de cuña: 75 mm
Longitud: 315 mm

Modelos muy útiles para vias de foso, vias en placa y para almacenamiento en el exterior de ejes y bogies.

CAP105 y CAP70 con perforación

Calces estándares
Mango de madera L 80 cm máx., 30 mm Ø, 15 ° de inclinación
Longitud: 415 mm / 382 mm

El mismo uso que los calces con asa, pero para los agentes que desean conservar el mango de madera.

CALCE ANTI-DERIVA

Patín interior de poliuretano
Chasís de metal pintado
Mango basculante y banderín opcional
Soporte y candado que impiden su retirada sin el uso de la llave correspondiente

Se utiliza principalmente en vías para inmovilizar vagones, especialmente en caso de inclinación.
El patín de poliuretano garantiza una mejor vida útil que los patínes de madera o plástico duro y no se rompe, lo que puede evitar accidentes con agentes.

En resumen

Los calces ferroviarios son imprescindibles para la seguridad en el mantenimiento y operación ferroviaria.
– Los de mano son prácticos y rápidos para maniobras cortas.
– Los anti deriva, con candado, ofrecen una inmovilización segura en estacionamientos largos y zonas inclinadas.
Su uso conjunto con los frenos de estacionamiento garantiza que los trenes y vagones permanezcan siempre en reposo de forma segura.

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